sábado, 28 de febrero de 2009

Danza...coreografía..."animación"?

Tengo aquí frente a mi, y claro, por este medio frente a ustedes, unos cuantos dibujitos correspondientes a un conjunto de representaciones rupestres de un sitio denominado “La Salamanca”, ubicado en el Departamento Ancasti de la provincia de Catamarca. Esta cueva, con tan poco original nombre (pero bueh, que cueva de nuestro país no estará poblada de espíritus?), fue identificada en torno al año 1988 como CC2 por Ángel Segura. Sin embargo, el artículo que en esta ocasión me basaré (bah, plagiaré), no es de este señor, sino de Mónica L. Gudemos, una de las pocas personas que trabajan arqueológicamente en nuestro territorio una temática tan inherente y por demás agradable a todo ser humano como lo es la música. En este caso en particular, sus investigaciones se centran en realidad en la danza, aspecto de nuestra humanidad que en cambio, me es imposible de comprender, quizás porque soy más duro que un quebracho.

Ella comienza su trabajo titulado “¿Una danza de integración regional en las pinturas rupestres de La Salamanca?” diciéndonos: “La danza, como medio de expresión, ha sido útil al hombre desde el principio de los tiempos en su necesidad de expandirse anímicamente y de establecer a través del movimiento, del gesto, los vínculos emocionales con su concepción simbólica del Cosmos…”, y de ahí parte.

Posteriormente a la realización de un paneo general sobre datos que indican la importancia de la danza en el Mundo Andino Precolombino, donde destaca que se trató de una manifestación artística de gran ‘presencia’ social, medio de expresión muy controlado y manipulado ceremonialmente por las clases dirigentes, se mete con La Aguada. Esta gente dejó testimonio de su expresión social a través de la danza, tanto en Pinturas rupestres como en la iconografía cerámica. Por supuesto, como todo arqueólogo ante evidencias similares, piensa que esto “…nos informa acerca de la importancia que la danza tuvo en las comunidades ‘aguada’ como elemento ritual y ceremonial en un marco de integración regional”.

Resume el conjunto de imágenes del sitio “La Salamanca” como la “…expresión de un complejo humano organizado a través de jerarquías de poder, en el que la música y la coreografía danzada eran elementos necesarios en el espectáculo ceremonial destinado a fundamentar una ideología de control social”.

En las paredes de la recién nombrada cueva se identificaron 23 motivos antropomorfos, estando 17 de ellos en un ordenamiento líneo-transversal dinámico, con un sentido derecha-izquierda; otros dos individuos en situación de reposo (digamos, que estaban al pedo y salieron en la foto); otros dos relacionados a un tambor; uno sujetando en alto una vara; y uno en relación aparente con un motivo zoomorfo. La interpretación puede resumirse en la idea de una foto tomada durante un recital.

Otras representaciones del mismo conjunto corresponden a una gran cantidad de animales como ser, 12 suris (1 adulto y 11 crías), un jaguar aparentemente atado y un camélido.

Pero vayamos al análisis de Gudemos sobre el conjunto “musical”. Ella opina que esta representación nos informaría, mediante del esquema coreográfico básico descrito por los participantes, que estamos frente a una danza ritual. Por el estudio mediante reducción anatómica de cada motivo integrante del lineamiento antropomorfo y de la relación existente entre ellos, se observó que la organización espacial de los esquemas corporales acusa una secuencialización determinada de movimientos, no aleatoria. Y he aquí una pista de lo que realmente me interesa destacar de este paper, aunque a mi parecer, en el siguiente párrafo embarra un poquito la cosa. La autora da a entender que dicha secuencialización respondería a una danza llevada a cabo por varios bailarines, elaborada sobre el esquema coreográfico básico de salto, ya que los momentos de impulso, contracción de salto, agotamiento de energía y caída han sido claramente representados en la pintura. Acepto la acusación de “poco científico”, pero vean ustedes mismos: ¿Se trata de un conjunto de personas haciendo una ola saltada, o es un solo individuo representado en diferentes momentos de la acción?

La interpretación general sigue siendo interesante, y quizás en algunos aspectos incluso aparentemente evidente. La presencia de dos individuos tocando un gran tambor cilíndrico, otorga sin dudas más fuerza.

Por otro lado, tomando en cuenta a Pérez Gollán, la antigua ideología surandina que gira en torno al culto del ‘Punchao’ se hallaría principalmente representada en relación con seres humanos y felinos. La presencia real y simbólica del felino en esta manifestación rupestre acerca a esta ideología. Al analizar el esquema corporal básico descrito por, otra vez, los danzantes, en la iconografía ‘aguada’ la autora observó que tales naturalezas, humana y felínica, en forma conjunta o individual, son comunes en casi todos los casos en los que se puede ver iconografía relacionada a la danza. En general, no se trata solamente del felino, sino de su conjunción con el hombre, aparente base de las representaciones Aguada. Estas dos naturalezas se hallan en las manifestaciones de la cueva “La Salamanca”, compartiendo el mismo plano representativo.

Por todo lo expuesto y en particular por la observación del esquema básico establecido para la organización coreográfica, en la que está presente la conjunción hombre-felino, podría considerarse este ordenamiento de motivos antropomorfos como una danza imitativa en la que una naturaleza, la humana, trataría por medio de la imitación de incorporarse cualidades de otra, la felínica.

En la imagen que representa la secuencia del salto del jaguar, y sus equiparables individuos, tanto rupestres como de la reducción anatómica, se me hacen más evidentes sus características de “dibujo animado”. Baso mi apreciación sobre todo, en la falta de atributos individuales que hagan pensar que se trata de diferentes personas, así como en la clara continuidad de movimientos que hacen claramente visible el desarrollo de la acción efectuada.

Por supuesto, no poseo suficiente información como para profundizar un planteamiento como el anterior, pero creo que se trata de un aspecto de las representaciones rupestres que debería ser tomado en cuenta, ya que abre un amplio abanico de interpretaciones sobre el mismo, que puede cambiar el significado de muchos postulados ya dados por sentados. Un par de breves ejemplos más, quizás ayuden entrever que no se trata de casos únicos, excepcionales o irrepetibles, sino un mero cambio en la forma de ver las imágenes que conforman esta expresión de los pueblos del mundo.

El primero de los casos, y el más breve, desgraciadamente por la falta de trabajos realizados en el sitio, corresponde a un emplazamiento en Inti Huasi (Antofagasta de la Sierra, Catamarca). Se trata de un gran bloque en el cual se observa un elevado número de petroglifos, muy superpuestos, que representan motivos zoo y antropomorfos. Destaca en todo el conjunto, una aparente secuencia de metamorfosis que parte de un hombre erguido, que lentamente se va transformando en un felino, por supuesto cuadrúpedo. Perdón, yo quería poner fotos de este sitio, pero me ha sido imposible que me las presten!!!

El segundo caso es chileno, y se habla de él en el trabajo de Patricio Bustamante Díaz llamado “Relevamiento de Sitio Arqueológico de Cuz Cuz, IV Región, Chile. Parte II. Aproximaciones a una Metodología para la Interpretación de las Obras Rupestres en su Relación con el Entorno”, publicado en la página Rupestreweb. La figura, muestra el petroglifo 1-3-5. El sector inferior izquierdo del petroglifo (recuadro), está ocupado por tres elementos que parecen formar una secuencia: 1) Huevo, 2) Renacuajo, 3) Rana. Es decir la figura estaría representando la metamorfosis de una rana. Las líneas verdes indican grietas que definen cambios de planos, que fueron aprovechados para grabar los diseños. Al lado se muestra una representación actual del mismo fenómeno. Esta figura parece mostrar una relación entre la observación empírica de fenómenos como la metamorfosis de una rana y el pensamiento abstracto, representado por la evolución del círculo como símbolo. El motivo de la rana es común en el arte rupestre americano. Según Díaz (y voy a creerle porque no estuve allí) en la región del Choapa no existen relatos que permitan relacionar directamente las figuras de ranas del arte rupestre con un significado específico. Pero al estar este motivo inserto en un sitio ceremonial, junto al río y en relación a símbolos de fertilidad y transformación, es razonable interpretar el diseño del petroglifo 1-3-5 en relación a significados relacionados a la iniciación shamánica.

La rana es un ser anfibio, es decir se relaciona con la tierra y con el agua. Pero también presenta una metamorfosis muy fácil de reconocer. Esto debió llamar profundamente la atención a los antiguos habitantes de Cuz Cuz, que dejaron plasmada su observación en la piedra.

Bueno, hasta acá llego por ahora, espero que les haya resultado interesante…creo que tengo ganas de ver caricaturas!!!

4 comentarios:

Rana Asmática dijo...

El significado de la imagen es claro. Las ranas estamos llamadas a gobernar el mundo, como bien observó la gente de Cuz Cuz.
Me gustó la interpretación del recital. Se nota que estan todos haciendo pogo, menos un par que estan demasiado quebrados para reaccionar. ¿El largarto gigante seria parte de la escenografia?. Ahhh, ya no hay recitales como los de antes.

Polkovnyk dijo...

Ah, por supuesto! Puse ese ejemplo solo para congraciarme con vos, jaja!!
Y si, el bicharraco del fondo puede ser parte de la escenografía. Es interesante que lo llames "lagarto", ya que hace muchos años atrás cuando la arqueología aún usaba chiripas (no existían los pañales descartables), a la "Cultura de La Aguada", hoy considerada como con un fuerte culto al felino (que es lo que sería el bicho ese), era llamada "Cultura Draconiana". Todo es relativo, hasta que nos da un garrotazo el criterio de autoridad...

Rana Asmática dijo...

La verdad es que vi un lagarto y no un felino por un detalle estúpido, por la forma de las patas y la lengua extendida. Pero también tiene manchas y dientes como los de un jaguar. A lo mejor el autor o los autores no se ponían de acuerdo sobre qué vieron (por los efectos etílicos clásicos de cualquier recital :P) y finalmente terminaron dibujando un ser que uniera ambas características...
Posiblemente esté inagurando una nueva era en la interpretación cultural-simbólica del NOA, espero que sea económicamente redituable :))

Polkovnyk dijo...

Se me aparece la imagen de dos tipos realizando la misma obra, pero sin saber que va a dibujar el otro...el resultado, inesperado!!
La verdad es que este tipo de híbridos son muy comunes en la iconografía Aguada...Y si, los vapores etílicos seguramente jugaban un rol muy importante, sumado a que se daban con cebil, aun árbol que posee semillas con propiedades alucinógenas, las cuales eran fumadas, o pulverizadas y aspiradas.
Definitivamente, debieron ser recitales muy divertidos!!

Económicamente redituable? Jajajaja. Perdón por la risa, es que en este mundo, redituable parece ser lo monumental de un hallazgo, no lo que se pueda decir de él!!