sábado, 29 de noviembre de 2008

Primero lo primero ¿Qué es la Arqueología?

Que responderían si alguien les pregunta "¿qué es un arqueólogo?" quizás algunos de ustedes ya lo saben o tienen una idea… otros probablemente lo relacionarán a tierras lejanas, ciudades perdidas, momias y grandes tesoros, ruinas que parece difícil creer que fueron hechas por personas; imaginarán a un hombre o mujer solitarios y de aspecto misterioso que irrumpen valerosamente en una tumba sobre la cual pesa una terrible maldición, o salvando el mundo… ¡¡Esto es así!!


Por supuesto, en las películas.

Por empezar, la mayor parte de nosotros somos mucho más feos que los arqueólogos de las películas, y por lo general no nos vemos misteriosos e intrigantes, sino más bien roñosos y zaparrastrozos… Bueno, como nos ven siempre quienes nos conocen. Para seguir, no trabajamos en solitario, sino que integramos equipos de varias personas en los cuales cada uno necesita de los otros para que el trabajo salga bien Y, finalmente, no todos trabajamos en lugares aislados y lejanos. Algunos de nosotros desarrollamos nuestra actividad en lugares tan cotidianos que literalmente pueden llegar a encontrarnos en el patio de sus casas, en la plaza, o en cualquier campito más cercano. Sin embargo, después de decir todo esto, aun no hemos respondido qué es un arqueólogo: es una persona común y corriente, pero que se dedica a una profesión que en un primer momento puede parecer algo rara: la arqueología.
Una definición básica y bastante extendida, dice que es la ciencia que estudia sociedades y personas del pasado a través de las cosas que fueron construyendo, fabricando, usando, consumiendo y tirando a la basura a lo largo de sus vidas; lo que nosotros llamamos "restos materiales". A través de dichos "restos materiales", lo que básicamente hacemos los arqueólogos es interpretarlos, para así saber cómo vivía la gente en un lugar y en una época determinada; para saber cómo era una sociedad, y por qué era así. Al decir esto notarán que compartimos el mismo interés que los historiadores. Sin embargo, no es lo mismo sino, estaríamos haciendo historia, y no arqueología. En definitiva, esto sería un blog sobre historia. El objetivo de ambas es conocer, analizar e interpretar la conducta humana a través del tiempo, sus motivaciones y consecuencias, construyendo modelos explicativos que den cuenta del desarrollo de los hechos acontecidos hasta el presente. De acuerdo con los intereses de investigación, ambas disciplinas pueden estudiar temas tan variados como por ejemplo el origen del juego de bolitas (o bolillas, o canicas, como prefieran) hasta los más intrincados motivos de la conquista de América.
Tradicionalmente, la historia y la arqueología han sido definidas como disciplinas diferentes en función de las herramientas que utilizan para obtener información; mientras que la historia utiliza para ello, básicamente, datos documentados, escritos, la arqueología, en cambio, emplea una variedad diferente de registro, integrada por el total de objetos o restos de objetos producidos por la actividad humana. Sin embargo, creemos que existe una diferencia aún más significativa entre ambas y tiene que ver con la relación que cada una de ellas establece con el pasado.
Para la mayor parte de nosotros, historia es sinónimo de pasado, de algo que ocurrió y se fue pero que ya no está. Para recuperarlo es necesario recurrir al testimonio escrito, a narraciones intencionalmente construidas a fin de dejar constancia de los hechos.
La arqueología, por su parte, asume que el pasado no se fue a ningún lado sino que sigue entre nosotros, si bien su forma y material original se modificaron con el tiempo hasta transformarse en un universo de evidencias que se acumula bajo nuestros pies. Es por ello que la investigación arqueológica se centra en la búsqueda, identificación y análisis de todo resto material producto de la actividad humana en el pasado o afectado por ésta que persiste en el presente.
Asumiendo que la versión resumida de lo que contamos antes es algo así como "una de las ciencias dedicadas al estudio de la conducta del hombre en el pasado, a través de los restos materiales generados por éste", pasaremos entonces a tratar de contestar una segunda pregunta: ¿para qué sirve? en esencia podemos decir que un pueblo consciente e informado de su pasado tiene en sus manos el poder de resistirse a ciertos engaños como por ejemplo la implantación de ciertos próceres o héroes nacionales (el billete de $100 argentino tiene la cara del director de uno de los mayores etnocidios de Argentina); hacernos creer que ya no existen poblaciones indígenas o que no desaparecieron 30.000 personas durantes la época de la dictadura militar entre los años 1976 y 1983. Aparte no siempre el paso del tiempo significa una mejora de las cosas, sino que, por ejemplo, tecnologías que utilizaban los indígenas mucho mejor adaptadas a un paisaje (como las terrazas de cultivo), fueron descartadas porque los conquistadores estaban acostumbrados a trabajar de otra manera. Además nos ayuda a pensar que las cosas no siempre fueron como son y que existen otras formas de vivir, esto puede ayudarnos a ser más tolerantes respecto a quienes creemos que son diferentes a nosotros.

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