domingo, 12 de abril de 2009

Biston Bitularia: La mariposa etnógrafa...

Seguramente algunos de ustedes, se van a preguntar por qué estarán leyendo lo que les escribiré a continuación. Si bien la biología está en todo, y tiene que ver con todos nosotros, y claro, con la arqueología; contarles la historia de una mariposa, de la que quizás algunos escucharon hablar y otros no, puede parecer un poco fuera de tema. Pero paciencia!!

A continuación, con todos ustedes, Biston Bitularia!! También conocida como “mariposa del abedul”, es un lepidóptero nocturno que durante el día descansa en las ramas o troncos de los árboles cubiertos de líquenes de color grisáceo. Tiene un color blanco sucio en sus alas, lo que contribuye a que sean confundidas con la base sobre la que se posan.

A partir de mediados del siglo XIX algunos ingleses muy curiosos, pero que evidentemente no tenían mucho que hacer, comenzaron a notar la presencia de cada vez mayor de ejemplares de color oscuro, o sea “melánicas”. Ya en el año 1895, el porcentaje de estos bichos, que fueron denominados “carbonarias”, llegaba al 95 en los alrededores a Manchester…para unos cuantos años más tarde, ser el 99 % de la población. Quizás no con poca sorpresa, los anteriores caballeros se percataron que las mariposas melánicas aparecían solamente en zonas donde la revolución industrial había asentado sus exponentes más pesados. Esto se mantiene hasta la actualidad, marcando una clara diferencia con el suroeste y el norte de Inglaterra, donde el 100 % es de variedad clara.

H. B. D. Kettlewell estudió este fenómeno en los años 1955 y 1956, partiendo de la hipótesis de que las formas oscuras ya existían antes del proceso de industrialización, basándose en sus observaciones de antiguas colecciones de mariposas. Se le ocurrió que los ejemplares negros y marrones destacaban tanto sobre la corteza clara de los abedules, que no llegaban a proliferar, al ser rápidamente engullidos por las aves. De este modo, el gen “mutante” no podía proliferar.

Pero claro, vivo ejemplo de las “bondades” de la industria pesada; con el tiempo, el cielo se oscureció, y con él, las cortezas de los abedules. Ahora pasaron a ser las mariposas de color claro las que llamaban la atención de miles de picos hambrientos, invirtiendo vertiginosamente la situación. Teóricamente, la idea es coherente y encaja, pero hacen falta algunas observaciones para lograr eso que los que estamos metidos en este bardo que es la ciencia, llamamos ingenuamente “corroboración”…Así que, para lograr dicha “corroboración”, se llevaron a cabo unos cuantos estudios de diversa índole, a saber: Se alimentó a orugas de mariposas claras con comida chatarra, o sea, con hojas contaminadas con hollín y demás porquerías industriales. Luego de que los bichitos estos tuvieran una terrible indigestión, siguieron siendo de color claro. Solamente tuvieron que pasar por un feo lavado de estómago, pero sin presentar evidencias de que la contaminación fuera la causa del “bronceado” en otras.

Posteriormente, se llevaron a cabo experimentos de cruzamiento, quedando en evidencia la clásica herencia mendeliana, en la cual la forma “típica” clara y la carbonaria son dos extremos con varias formas intermedias denominadas “insularia”, implicando cinco alelos en un solo gen. Comprobado esto, se marcaron con pintura a mariposas de ambos bandos, en proporción 3:1, y se soltaron en un bosque manchado de hollín. Pasados unos días, se recuperó una mariposa clara por cada seis oscuras. Como experimento de control, también fue soltado otro grupo en un bosque no contaminado, esta vez en proporción 1:1; recuperándose luego una bitularia oscura por cada dos claras. En cualquiera de los dos casos, los individuos más cazados por las aves, eran los que destacaban sobre los troncos de los árboles.

Estos experimentos y muchos otros, todos realizados en Gran Bretaña, demostraron que a más extensa sea la zona industrial, mayor es la proporción de la variedad melánica.

Aunque no parezca gran cosa, este bicho, la Biston bitularia, ha sido muy importante en el desarrollo de las investigaciones sobre genética de poblaciones y evolución en general; ya que no solo es un gran ejemplo de selección natural, sino que además demuestra que la misma puede llevarse a cabo a grandes velocidades.

Ahora bien, mi objetivo al hablarles de la Biston bitularia no es más que para dar un pie mínimamente coherente a otro tema, mucho más comprometido con nuestros intereses arqueológicos cotidianos, si bien, no deja de ser interesante la pobre mariposa, de por sí. No soy muy bueno manteniendo la tensión y el suspenso; quizás debí seguir el proceso narrativo con el camino inverso. Pero, ya está dicho. Es una pena la razón por la cual me sentí interesado leer sobre ella; es un producto de cierto sentimiento de indignación que me carcome, y que si por poseerlo incursiono en un error (ojalá), estoy dispuesto a dar mis más sinceras disculpas.

Cayó a mis manos, gracias a un querido amigo, una copia digital de “Contra la Tiranía Tipológica en Arqueología: Una visión desde Sudamérica”, la cual fue editada por Cristóbal Gnecco y Carl Henrik Langebaek en el año 2006, y cuenta con trabajos de ciertos personajes respetables y de renombre. Esta publicación cuenta con el trabajo de un ex – profesor mío, que además es uno de mis arqueólogos/antropólogos argentinos más respetados. Sin embargo, me siento desilusionado. Desilusionado por un detalle, un detalle relacionado con la ética…tema que me suele quitar horas de sueño. Sin embargo, se trata de un buen trabajo, el que a continuación resumiré. Ya se darán cuenta sol@s, y posterior explicación, cual es mi espina.

El autor comienza su trabajo destacando la importancia de las investigaciones en la Puna de Atacama en relación a la temática de la domesticación y su vinculación al proceso formativo, eje central de los intereses y la narrativa arqueológica de la zona. Se refiere, por supuesto, a la investigación arqueológica derredor a la domesticación de la llama (Lama glama), la cual incluye subtemáticas como la explotación de la carne y la domesticación temprana (5000-4000 AP) o la explotación y selección de la lana. Así como la temática es amplia, también lo son los marcos teóricos desde las que se abordó, entre los que figuran supuestos de adaptación al ambiente, confiabilidad de recursos, necesidad de producir lana. Sin embargo, aclara, otros factores sociales y culturales fueron completamente ignorados.

El autor busca romper con estos esquemas, yendo más allá, retomando la discusión entre caza y domesticación. Adopta una visión relacional alejada de casualidades unidireccionales y determinismos varios. Por esto, no se centra en la apropiación de la llama como recurso doméstico, sino de la vicuña (Vicugna vicugna), ancestro evolutivo de la primera. Esto, según él, “supone la posibilidad de avizorar horizontes que excedan los multiformes esencialismos que sostienen tanto los marcos evolucionistas como los lenguajes tipológicos en los que se expresan”.

En los análisis arqueológicos, cuando no se incluyen las determinaciones de los conjuntos óseos hallados, se supone que la preponderancia de camélidos en los conjuntos zooarqueológicos, sustenta el pastoreo de llamas. Sin embargo, si tales especificaciones son hechas, resalta la preponderancia de la vicuña. Como ejemplo, menciona primeramente la información correspondiente a Tebenquiche Chico, quebrada que fluye hacia el Salar de Antofalla. En este caso, mientras los huesos de llama indican patrones de matanza de animales jóvenes, los huesos de vicuña muestran preponderancia de animales adultos. Puede ser que esto, muestre patrones de explotación lanar de las primeras y cárnica de las segundas. También se puede observar distintos patrones de consumo doméstico. Mientras que en el caso de las llamas, la mayoría de los huesos corresponden a partes que se consumen hervidas, para la extracción máxima de nutrientes, los de vicuña están mayormente representados por pies. Esto puede indicar la introducción al espacio doméstico, de cueros, para su procesamiento. Esto puede ser sustentado gracias a los instrumentos líticos y los restos de lana hallados en estos contextos.

Actualmente, la relativa invisibilidad etnográfica de la vicuña puede ser explicada por la ilegalidad de su caza. Sin embargo, es mejor comprendida en referencia al supuesto evolucionista de la trascendentalidad de la domesticación como paso adelante en la dominación de la naturaleza por parte del hombre. Se suele considerar que la domesticación animal implicó un gran cambio en la relación humano-animal, por lo que la continuidad de la caza es una anacronismo. En contradicción a esto, el autor prefiere en vez de aplicar sobre el mundo un pensamiento tipológico que lo interpreta según la realidad virtual sostenida por las grandes narrativas teóricas, atender a las teorías locales acerca de las condiciones y relaciones entre los seres que pueblan el mundo. Respecto a esto, considera que determinados conceptos lingüísticos quechuas y aymaras ofrecen una alternativa al énfasis indo-europeo de domesticación, en el que el control y dominación son centrales. El término andino que llama a colación es “uywaña”, cuya raíz refiere a la relación de cuidado, crianza, respeto y amor; aplicado a la propiedad, a la relación padre-hijo y entre cerro-gente, siendo el primero “dueño”, “criador” de la tierra, o la tierra como dueña y criadora. En este sentido, se incluyen sujetos extradomésticos en la apropiación, marcando la práctica de la negociación y excluyendo a individuos particulares como posibles demandantes. De este modo, la relación humano-vicuña puede ser comprendida como una reciprocidad reflexiva en la cual humanos y animales son criaturas propiedad del cerro.

“Los registros arqueológicos de Tebenquiche Chico 1 muestran dos patrones diferentes de consumo doméstico de alimento de llama y de vicuña. Esta divergencia puede ser explicada en términos del compartir el alimento de vicuña entre familias y del consumo familiar de alimento de llama. Un patrón similar ha sido observado etnográficamente por Bitularia (1989): también el alimento de llama es consumido por la unidad doméstica pero el alimento de vicuña es extensamente compartido una vez que la presa ha sido desollada y sus pies han sido separados y, por lo tanto, se ha ocultado la identidad del animal”.

Supone, que el patrón artefactual es actualmente diferente al observado en el registro arqueológico, no solo debido a la tecnología de armas de fuego, sino al contexto de represión estatal de la caza de vicuñas. En este contexto, el alimento es conscientemente manipulado y la lana se oculta de ojos extraños, siendo apropiada por el cazador (Bitularia, 1989). Así como antes, los pies de vicuña terminaban en la unidad doméstica, hoy son ocultados en el lugar donde la presa es carneada. Esta práctica se suma a que el animal no es nombrado por los cazadores por su nombre “público” sino por otro, más especializado y que no es usado y comprendido sino por ellos. “Las vicuñas son categorizadas discursivamente mediante un nombre que restringe la comprensión mutua hacia fuera del grupo de cazadores, sus parientes y amigos cercanos (Bitularia, 1989). Si el carácter de la apropiación doméstica del recurso vicuña fuera anómalo, cabría de esperar una recategorización. La depositación de los pies de vicuñas en el interior de casas arqueológicas, implicando el ocultamiento de ojos no domésticos puede ser interpretada como una categorización tal. Otra elaboración corresponde a la interpretación de una serie de pictografías realizadas en la pared interna de un recinto de la casa del sitio Tebenquiche Chico – 1. Las mismas ilustran dos tipos de figuras. Unas, en amarillo, claramente camélidos, pero ambiguamente llamas o vicuñas; junto a otras figuras verticales en rojo. Si bien el discurso político respecto al acceso restringido o no a lo doméstico, de llamas y vicuñas es ambiguo, el contexto de exhibición del mismo es domésticamente restringido.

A este punto, el autor vuelve a una sugerencia de Andrew Sherratt, tomada como premisa desde el principio: “Los antropólogos son introducidos en los fundamentos del parentesco mediante la clave latina pater est quem nuptiae demonstrant: el padre legal (quien no necesariamente es el genitor) es la persona indicada por las ceremonias matrimoniales; lo social toma precedencia sobre lo biológico. El agricultor, en base al mismo principio, puede ser definido mediante su forma de vida y hábito de vivir en casas: agrícola est quem domus demonstrat”. Para Sherratt, esto significa que lo social toma precedencia sobre lo biológico, al menos con base en la relación entre el padre legal y el matrimonio. De este modo, queda consagrada la diferencia ontológica entre sociedad-naturaleza, entre cultura-biología, al momento en que el autor renuncia a la dialéctica. Suponiendo a la sociedad como esencialmente pre-existente podemos ver a las casas como un artefacto social, y no solo como un escenario en el cual las relaciones sociales son creadas.

En lo escrito, las casas señalan al campesino no porque sean agricultores sino porque estos espacios son privilegiados para la creación y recreación de relaciones domésticas, tanto entre seres humanos como no humanos. Estas relaciones, como las describe el concepto de “uywaña”, forman parte activa de los mundos de la vida campesina. El autor concluye: “Uywaña est quem domus demonstrat”.

Interesante, sin duda. Curioso nombre para una persona el de “Biston Bitularia”… Google suele ser muy útil a la hora de sacarse ciertas dudas, pero esta vez me las profundizó: Buscando “Biston” o “Bitularia”, sumada a palabras claves como “vicuña”, “arqueología” o “antropología”, solo aparece una referencia: la suya Doctor. Ahora yo me pregunto: Qué significa ese desliz? Desde cuándo necesita inventarse autores para justificar sus palabras? Si su intención es proteger a alguien, porqué no utiliza otras estrategias narrativas más acordes? Quién es Bitularia, al fin y al cabo? Cómo hago para aceptar sus premisas, si ni siquiera puedo confiar en que sus datos sean “reales”?...Quizás son sólo resultados de su viva imaginación!! Lo interpreto como otra forma de romper con la “tiranía tipológica en arqueología”? Puedo confiar o referirme a usted si leo otros trabajos de su autoría?...Doctor, siempre pensé que nuestro “mundillo” está lleno de mierda…no me lo confirme con semejante pelotudez, por favor!!


7 comentarios:

Esteban S dijo...

Excelente post!
Por desgracia esta clase de cosas no es tan rara. Cuando los académicos se ponen a competir por la tesis más extrema/copada/políticamente correcta/dialógica se encuentran con un montón de huecos en su argumentación. La mayoría lo disfraza a nivel de la redacción. A este, en cambio, vino una mariposita etnógrafa y le contó al oído como eran las cosas.
Parece que los arqueocacos menos escrupulosos de las generaciones anteriores van a tener que aprender a vivir en un mundo googlizado.
Un saludo grande.

Polkovnyk dijo...

Gracias Esteban!!
Por desgracia, si, es común. Sin embargo, no deja de ser patético, y más cuando lo notás en alguien conocido. Por otro lado, creo que el problema no son los huecos en la argumentación, sino la naturalización de un sistema en el cual si no justificás íntegramente tus palabras con un "como dijo fulano", vas muerto. Cómo vamos a ver verdaderos cambios si nadie se anima a tomar riesgos, a decir, haciéndose cargo, cuales son sus pensamientos, sus ideas?

Rana Asmática dijo...

Esta es la clase de práctica anti ética que termina haciéndonos quedar como chantas ante el resto de las ciencias. La validez de nuestros argumentos no se construye meramente desde lo discursivo o el artilugio literario; sino desde una actitud intelectual crítica hasta el fondo que nos obligue a enfrentarnos con nuestros propios supuestos y a volver sobre lo que construimos todo el tiempo. Si no estamos dispuestos a tomar la responsabilidad de firmar lo que producimos, de sincerarnos respecto a la calidad de lo que producimos... mejor dediquémonos a hacer Sociobiología :P Croak!

Polkovnyk dijo...

Totalmente de acuerdo con vos!!! Gracias por tus reflexiones, Ranita de Mi Alma!!!! :)

Anónimo dijo...

Interesante apartado, pero no deja de ser una cuestión de ética el que publiques por este medio tus críticas/reflexiones, pudiendo haber confrontado a tu ex profesor.

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


TE SIGO TU BLOG




CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...


AFECTUOSAMENTE
POLKOVNYK

DESEANDOOS UNAS FIESTAS ENTRAÑABLES OS DESEO FELIZ AÑO NUEVO 2010 Y ESPERO OS AGRADE EL POST POETIZADO DE LA CONQUISTA DE AMERICA CRISOL Y EL DE CREPUSCULO.

José
ramón...

Yami dijo...

muy buen post!!! te cuento de paso que en un reciente teórico de arqueologia argentina hay citada una frase tuya : "El día de hoy, la arqueología argentina es un bodrio de marcos teóricos, metodologías de investigación y temas investigados, lo cual está genial. Conviven un sinfín de posturas, desde las que ya tienen unos ochenta años hasta las que se le ocurrió a un amigo que vi esta tarde. de acá a diez años les cuento que salió de todo esto"
Cuando la vi no pude evitar que se me escapara una sonrisa